Para Sadop Rosario, el decreto promulgado por el gobierno provincial derogando la no repitencia, “no soluciona los problemas de fondo que subyacen en la escuela secundaria; por el contrario, aparece más bien como un anuncio mediático”.
“La no repitencia está mal. Fue un pésimo legado de la nefasta gestión educativa anterior y había consenso para su derogación, pero tampoco podemos festejar que vuelva la repitencia; esto no puede ser una política de estado”, expresó Martín Lucero, secretario general de la organización.
Desde Sadop proponen un ejemplo: un alumno tiene promedio final en Matemática 10, en Lengua 10, en Historia 10, en Ciudadanía 10, en Física Química 10 pero le va mal en Educación Física, Catequesis y Dibujo. Con esto debe repetir y se queda de año. Un compañero con promedio de 6 en todas las materias pasa al siguiente año. ¿Quién sabia más en las materias que “la gente” considera más importantes para el trabajo y los estudios superiores? Sobre esta base, Lucero sostiene que “cómo se ve, repetir es muy distinto a no saber”
Sadop Rosario entiende que “hay que ir a una reforma profunda de la escuela secundaria: que sea seria, estudiada y con profundos consensos”. Instan a una convocatoria plural donde todas las partes sean escuchadas.
El método utilizado para imponer el cambio así como la fecha en que se produce, también fueron cuestionados desde Sadop, y expresan que fue muy similar a lo realizado en la gestión de Cantero: “No es posible que generemos certezas en el sistema educativo si nos manejamos a los volantazos y con decretos emitidos a pocos días de terminar el año lectivo. Es otro parche más”.
“La educación es una política pública. No un debate de charla de café”, finalizó Lucero.