Peteco estuvo otra vez en Cañada. En la noche del viernes, el Verdi fue testigo de una actuación en la que fue acompañado en guitarra por su hijo Homero, para luego acoplarse bombo, violín y bandoneón locales.
El músico interpretó un puñado de temas de su autoría, algunos grandes clásicos como “Como pájaros en el aire”, de su época con Músicos Populares Argentinos”, o “Entre a mi pago si golpear”, con el que cerró el espectáculo, acompañado en varios de ellos por el bandoneón de Cristian Gustaffson.
Antes, el público asistió a la proyección de “Chacarera”, la producción de Peteco pensada en principio como un recordatorio a la vida de su padre Carlos, y al significado de la chacarera como parte del alma del pueblo.
Carlos Carabajal fue el patriarca de una familia que sigue produciendo músicos, y que aparecen en el filme cantando las obras de aquél, en distintos escenarios, pero también en la intimidad familiar, en el patio de la casa, los domingos por la tarde.
Pero, según contara Peteco, en la hechura del documental se agregaron otros temas, siempre ligados a Santiago, como el desarraigo, la búsqueda de un sustento económico que muchas veces lleva a emigrar al habitante de esa tierra, y las fuertes raíces creadas en la que la música es un componente fundacional.
La gente que asistió al Verdi aplaudió a rabiar a Peteco en vivo, y cantó los estribillo, pero también lo hizo sobre la película, aplaudiendo su música y todo el sentimiento que transmite.