Tras la exhibición del filme, Garzón, tras relatar los avatares de la filmación de la película, que previamente tuvo como ciclo de gestación nueve años con una decena de reescrituras del guión, que parte de una anécdota personal del autor, describió, ante las preguntas del público, el desarrollo de una película a partir de la presentación a concurso en el Instituto de Cinematografía, que de aprobar el proyecto da un subsidio para que el mismo se pueda realizar.
“Films pequeños y grandes, intimistas y producciones importante” dijo Garzón “conforman un centenar de películas que se realizan cada año en nuestro país. Esto es posible porque existe un Estado que apoya económicamente a este tipo de manifestaciones”.