El Museo Histórico Municipal “Elías Bertola” lamenta el fallecimiento de Elsa Inés Partelli quién fuera Rectora del Colegio Superior Florentino Aneghino entre 1966 y 1989.
Partelli fue alumna del Colegio “San Antonio de Padua” y cursó el secundario en el Colegio Nacional “Florentino Ameghino”. Años después se graduó como profesora en Castellano, Literatura y Latín en el Instituto Superior del Profesorado de Paraná. De regreso en la ciudad, enseñó en la Escuela Normal “Juan F. Seguí” y en el Nacional, cuya vicerectoría asumió el 17 de marzo de 1958 cuando era Rector Carlos Valzorio quién falleció estando en el cargo en 1964.
El 22 de abril del mismo año asumió la Rectoría Elsa Partelli, cargo que luego ocupó por concurso y en el que se destacó a lo largo de un cuarto de siglo. Gracias a su impulso, que fue acompañado por esforzados cooperadores, se logró que el gobierno nacional, luego de cuarenta años de gestiones, inaugurara el edificio propio del Colegio el 11 de noviembre de 1977.
Dos años después, ella también logró que el “Nacio” fuera elevado a colegio de primera categoría e incorporado al “Proyecto 13”, régimen de profesores designados por cargo, lo que significó un sensible avance en lo pedagógico, ya que se implementaron atractivas actividades extraclase, una de las cuales contribuyó a la creación del Museo Histórico Municipal.
Y en 1987 logró la apertura del Nivel Terciario.
En la Revista Trece, del mes de junio de 1996, Elsa Partelli describía lo vivido por ella en el Nacio, donde manifestó “Realmente, yo en mis 40 años de docencia y en el cargo directivo pienso que he dedicado todo lo que mi persona podía dar, tal vez privándome de muchas cosas personales, para prodigarme al Colegio, trabajé intensamente, hice todo con mucho cariño, con mucha dedicación, viví momentos hermosos, en primer lugar la concreción del edificio, en segundo lugar las Bodas de Oro y en tercer lugar la creación del Terciario, una serie de cosas que a mí me hicieron vivir momentos felicísimos y reencontrarme con muchísima gente que había pasado por el Colegio.
En el año 1989 llegó el momento en que pensé que el ciclo estaba terminado, que yo ya había dado todo y quedarme, a lo mejor, no era beneficioso, ni para mí, ni para la juventud. Indudablemente que se extraña. Pero cuando uno cree que un camino se cerró siente tranquilidad”.