El marcador de 98-31 dice casi todo, y la crónica marca que el dominio argentino fue tan apabullante que el entrenador del equipo, Marcelo Richotti, decidió una rotación constante de sus jugadores.
Lisandro Fernández, el jugador formado en Sport, además de ser el goleador del partido aportó cuatro rebotes y otras tantas asistencias.