Quemaron un auto en zona norte 0 394

Un Ford Ka estacionado en cercanías de una casa donde se realizaba una fiesta, fue pasto de las llamas, y todo indicaría que el incendio fue intencional. A pocos metros de allí, a otro coche le robaron una de sus ruedas.

Al tema de las llamadas “fiestas privadas”, reuniones en quintas o casas particulares donde acuden los pibes y tras pagar una entrada tienen acceso a alcohol ilimitado, sean menores o no y sin el más mínimo control de las autoridades, este domingo a la madrugada se le agregó un condimento: un auto perteneciente a uno de los asistentes a la reunión, que se llevaba a cabo en una casa de Oroño y Santa Rosa, al norte de Cañada de Gómez,  fue prendido fuego, posiblemente de manera intencional, y quedó con serios daños.
Además, cuando otro de los que estaban en el lugar intentó marcharse en su coche, descubrió que le habían robado una de sus ruedas.
Desde hace tiempo, este tipo de fiestas ha despertado polémicas. Tienen un débil sustento jurídico, ya que no existe control oficial sobre las mismas, que se organizan en quintas, casas, y aún clubes, donde multitud de pibes aceptan gustosos pagar una tarjeta para luego tomar a discreción, aún –o por eso mismo- siendo menores, por lo que han provocado el reclamo de algunos empresarios de centros de diversión, que se ven perjudicados por la competencia desleal, mientras que cuando se realizan en domicilios, los vecinos del lugar deben lidiar con el estrépito.
En ese marco, el auto incendiado en la fiesta del sábado-domingo agrega una vuelta de tuerca sobre una temática a la que el poder público no ha sabido solucionar.

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Condenaron a 5 años al autor de una cadena de robos de todo tipo 0 174

Agustín Ariel C., de 24 años, fue condenado a 5 años de prisión efectiva por el juez Álvaro Campos, luego de un juicio abreviado que tuvo lugar en los Tribunales de Cañada de Gómez.

El fiscal Franco Miatello le atribuyó diversos hechos delictivos, ocurridos entre el 10 de enero de 2020, cuando arrancó una reja a una vivienda en Artigas al 300, para luego llevarse una moto guadaña, hasta marzo de 2023, con un total de siete delitos.

A un mes de su debut, el ahora condenado entró esgrimiendo un revólver a un local comercial de Pellegrini al 1000, apuntó al dueño y se alzó con el dinero de la caja registradora.

Cuatro días después, el 23 de febrero de 2020, en compañía de un cómplice, accedió a un domicilio ubicado en Alberdi al 200 y robó alhajas, computadora, teléfonos y ropa.

Luego de un compás de espera de tres años, el 22 de febrero de 2023, también con la intervención de un segundo ladrón, ingresó por el techo de una casa en Ballesteros al 1600, rompió una ventana y sustrajo plata, alhajas y un teléfono celular.

Dos días después, en Ocampo al 700, entró a un local comercial luego de trepar un tapial, y se llevó mercadería del lugar.

El 28 de febrero del mismo año, en Quintana y Ushuaia, abordó a un hombre en horas de la noche, lo amenazó con una navaja y le quitó el celular.

Finalmente, el 7 de marzo de 2023 a la medianoche, en Mitre al 800, fue descubierto por una patrulla del Comando Radioeléctrico, mientras intentaba ocultarse de la policía a bordo de un vehículo utilizado como taxi. Cuando se lo interrogó por la procedencia de una bolsa que portaba consigo, la que contenía ropa, una esponja de acero, bicarbonato de sodio, y lo que entonces era una suma importante de dinero, unos 144 mil pesos, intentó ofrecerle parte de esa suma al personal policial a fin de dejar sin efecto el procedimiento.

Los cargos contra Agustín Ariel C. fueron, en rigor, dos hechos de robo simple, un robo calificado por haber usado arma de fuego, un robo y un hurto agravados por escalamiento, otro robo calificado por uso de arma, y el último, por cohecho activo.

 

 

 

 

 

 

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