Prensa Sport CC – El domingo pasado, por la tercera fecha del torneo de AFA, Boca Juniors venció a Atlético de Rafaela por 1-0 como local. Lejos de ser un partido más, en Cañada de Gómez el encuentro seguramente será recordado por el debut en el equipo de Rafaela de Franco Jominy, delantero cañadense que hizo las inferiores en Sport. El hoy jugador de Atlético recuerda sus inicios en las inferiores del celeste y su paso, en 2008 y con sólo 14 años, a la “Crema”. “Empecé a jugar al fútbol a los 6 años, siempre en Sport. A los 14 me fui a Rafaela. Ahí estuve un año y medio en una pensión y después me fui a vivir con mis viejos, quienes están acá conmigo. Siempre me acompañaron”, asegura Franco, quién antes de partir ganó el premio al goleador de la Liga Cañadense de Fútbol en tres torneos consecutivos (en 7ma. División, años 2007-2008).
Sobre su actualidad en el equipo que hoy dirige Roberto Sensini, narra: “Hice una buena pretemporada, de hecho jugamos un torneo en Uruguay en el que jugué de titular y pude hacer 2 goles frente a Danubio. Eso me abrió mucho la posibilidad de ganarme un lugar”. Lugar que el pasado fin de semana lo llevó a estar en el banco en el partido frente a Boca y entrar a la Bombonera en el minuto 85’. “Fue una emoción muy grande poder debutar en una cancha como la de Boca. Tenía muchos nervios, adrenalina y muchas ganas de hacer un gol”, dice Jominy, quien además es fanático de Boca. Sobre sus objetivos para el presente año, comenta: “Seguir peleando por un lugar dentro de los 18. Y poder ganarme después más minutos en la cancha”.
Sus amigos y la gente de Cañada están muy presentes en su vida: “Con los chicos de Sport sigo teniendo mucho contacto, cuando vuelvo casi siempre nos juntamos a comer y charlar. Y la gente de Cañada me apoya mucho, me desean mucha suerte y hoy (el día posterior al debut) recibí muchas felicitaciones y muestras de apoyo. Les agradezco y valoro mucho todo”. Finalmente, el delantero de 20 años que también fue goleador de las inferiores de AFA (en 6ta. 2009), deja un recuerdo sobre su apodo (“Terremoto”) y su pasado con la camiseta celeste: “ De chico era terrible, demasiado diría. Y el Oveja (su entrenador de inferiores) me apodó “terremoto”. El Terre, y así quedé para todos los del club. Siempre me acuerdo que cuando salíamos de entrenar nos volvíamos en bici y yo daba la nota. Hacía que nos pongamos uno al lado del otro con la bici y no dejar pasar los autos…y bueno, sonaban algunas bocinas y un par de cosas nos decían jaja. Fue una época muy linda, muy lindos recuerdos tengo del club, diría que es como mi casa”.
Franco Jominy, un jugador más que pelea por su sueño y hoy es un orgullo para la ciudad y un espejo para cientos de chicos que se inician en la práctica deportiva.
