El matrimonio Doria vivió una noche de terror, cuando tres individuos, quienes según declararon debían ser muy jóvenes, tras irrumpir en el domicilio en horas de la madrugada, maltrataron a la pareja y se llevaron un botín consistente en dinero, electrodomésticos, ropa, alhajas y perfumes. El salvajismo de los asaltantes incluyó, además de los golpes, el paso de corriente eléctrica por el cuerpo de sus víctimas, utilizando para ello el cable de un velador. Por si fuera poco, los amenazaban con secuestrar a un hijo, quien estaba en casa de su novia.
La mujer declaró luego que era la tercera vez que sufría un hecho similar de robo, aunque nunca antes con tanta violencia, contó que sospechaba que los autores debían haberla observado sacar dinero de una entidad bancaria.
Fuente: Renacer Regional