Un problema que no parece tener solución en la ciudad lo constituye el constante acceso de delincuentes a las instalaciones de los clubes, quienes ingresan por algún sector de los predios y se llevan lo que pueden.
En este caso, el último sábado irrumpieron en ADEO, rompieron la puerta de uno de los quinchos, y se apropiaron de una garrafa y una plancha de madera.
Más allá del volumen de lo robado en esta y otras oportunidades, de esta entidad y de todas las cañadenses que fueron víctimas del accionar de la delincuencia, queda la sensación para todas que están a merced de lo que decidan los malvivientes, quienes sacan y rompen lo que con tanto esfuerzo adquieren las instituciones