Precisamente, el club ha informado la situación actual de Godoy, la cual no es muy alentadora. El parte médico difundido por la institución en redes sociales da cuenta de una rotura de ligamento cruzado que requerirá de una visita al quirófano. El futbolista de 19 años deberá estar al margen de los terrenos de juegos al menos por seis meses.
“Sufrió la rotura de ligamento cruzado anterior de rodilla izquierda. Será intervenido quirúrgicamente el día jueves por el Dr. Juan Manuel Calvo”, indicó el parte oficial que publicó el club luego de conocerse el diagnóstico del jugador.
Aunque Godoy no era titular para el entrenador Leonardo Madelón, sí había tenido una participación activa con el equipo rojiblanco, pues se trata de un futbolista polifuncional, ya que puede actuar como segundo central, lateral izquierdo o volante de primera línea. La salida de Yeimar Gómez Andrade dejó ciertos vacíos que ha sabido aprovechar el joven defensa.
Hasta el momento, el club no ha informado sobre la llegada de algún futbolista que vaya a suplir, al menos, el periodo que Godoy estará fuera de los terrenos de juego. No obstante, no se descarta que pueda llegar alguno. El entrenador ha apostado por jugadores jóvenes, por lo que también está abierta la posibilidad de afrontar con la misma plantilla lo que resta del campeonato. En el choque ante River, no tuvo más remedio que improvisar la defensa.
Lesiones deportivas
Los esguinces, las roturas de meniscos y las tendinitis son algunas de las lesiones más frecuentes en futbolistas. Sin embargo, la rotura del ligamento cruzado se ubica como una de las más graves por el periodo que deberá afrontar el futbolista. De acuerdo con la gravedad de la lesión, el jugador podría estar apartado de las canchas hasta por un año.
El personal médico usa a su alcance lo último en tecnología para acelerar la recuperación, por lo que el futbolista podría reaparecer antes de lo previsto. La clave está en la rehabilitación y las respuestas del cuerpo hacia los trabajos musculares previos. Tenemos accesorios desde rodillos masajeadores hasta máquinas especializadas como las remadoras para acelerar la recuperación de los tejidos del cuerpo.
En cuanto los primeros, su función en contribuir a la relajación, el estiramiento y la flexibilidad de los músculos. En cambio, las remadoras regeneran los músculos y aumentan la fuerza, por lo cual son bastante empleadas en los procesos de rehabilitación.
La rehabilitación y los trabajos de fisioterapia son indispensables para que la parte afectada recupere su movilidad y el deportista vuelva a competir sin el riesgo de sufrir una recaída.