El primero de los casos ocurrió en pleno centro, cuando un joven dejó estacionado su vehículo, una Yamaha YBR, en la parada de motos de Irigoyen y Ballesteros. A las 2 de la mañana del domingo la fue a buscar y había desaparecido.
Otro robo se produjo en Güiraldes al 300, el último miércoles. En este caso, una señora sacó su Honda Wave a la vereda, entró a la vivienda y slió momentos después, y ya la habían robado.
En ambos casos, los rodados no tenían colocadas medidas de seguridad.