Fue en febrero de 2015 cuando Emma Morosini, entonces de 91 años, emprendió un periplo que la llevó desde Tucumán hasta la provincia de Buenos Aires. Al llegar a Cañada recibió la bienvenida en el polideportivo de la ruta 9, descansó una noche en la casa de una vecina cañadense, y al otro día siguió su recorrido acompañada por una multitud.
Ahora se conoció la noticia de su fallecimiento a los 96 años, de la mujer quien salvó su vida luego que los médicos le anunciaran que le quedaba poca, hace 28 años, y por eso pasó el resto caminando por el mundo por “sacrificio para la Virgen por la paz en el mundo, la juventud y por todas esas familias que hoy están divididas”, como dijera en su corta estancia en nuestra ciudad, y antes de ser recibida en Roma por el Papa Francisco.
Foto: Emma en su paso en 2015