La policía actuó este miércoles realizando un allanamiento en una vivienda del barrio Fonavi, que terminó con una detención, pero que a la vez constituye la consecuencia de una investigación en torno a los últimos atracos realizados con técnicas similares y, en algunos casos, por el mismo autor.
En los últimos días de la semana anterior, mezclados con otros hechos policiales que se dieron a difusión, aparecieron varios casos que trascendieron off the record pero que no contaron con la publicación oficial por parte de la repartición policial.
En todos ellos, una persona de características parecidas ingresaba en algún local comercial, armado con un cuchillo de cocina, amenazaba al encargado del negocio, y se alzaba –o no, de acuerdo a la resistencia ofrecida por el asaltado- con la recaudación del momento. Así, un mercadito en calle Mitre, un kiosco en España, una agencia de loterías ubicada en Lavalle, fueron víctimas de sucesos similares.
En los testimonios sobre fisonomía y modus operandi proporcionados por las víctimas o testigos ocasionales, aparecían elementos comunes: vestimenta, el uso como arma de un cuchillo tipo tramontina de mango blanco, rasgos fisonómicos. En al menos un caso, además hubo imágenes del delincuente mientras realizaba el atraco.
Con todo ello, y en muy poco tiempo, la policía realizó el operativo mañanero que dio con un presunto autor preso, y alguna otra detención pendiente.
Sin embargo, ésta parece ser la punta de un ovillo que tiene otros participantes. En la reciente ola de robos, pero también de violencia de otro tipo, la droga está presente, ya sea como protagonista principal o secundario. Conviven los allanamientos en kioscos de droga, lo que por ahora constituye una gota en el mar, con lo que pareciera una pequeña guerra entre clanes. El último episodio, el del escopetazo a un grupo de jóvenes –exageradamente tildado de caso de “loco de la escopeta” por un imaginativo periodista local- tiene antecedentes en otras agresiones que, unidas, trazan el mapa de conflictos que se dirimen a golpes o tiros.
Todo ello, la droga, los asaltos a pequeños comerciantes, el arrebato de carteras a señoras en bici, las batallas campales, dan la impresión de una Cañada en la que ciertas zonas y horarios contradicen la imagen de ciudad tranquila y campechana que hasta hace poco podíamos exhibir.
Policiales
Allanamiento por robos: primer consecuencia de una investigación
El procedimiento de este miércoles por la mañana fue el resultado de testimonios, filmaciones y otras pruebas que la justicia recolectó en los últimos días. Varios comercios fueron víctimas del delito que parece estar de moda.
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