Las víctimas fueron tres viviendas familiares y un comercio, asaltadas entre jueves y domingo pasados. La reacción no se hizo esperar: el intendente Ramón Soques pidió más móviles a la Unidad Regional de San Lorenzo, y este miércoles llegará la fiscal Natalia Benvenuto, quien esta a cargo de la investigación.
Hace unos meses se inauguró un destacamento que se anunció como destinado a Gendarmería, pero la repartición no tomó posesión. El intendente lo ofreció “para montar un comando integrado por la Agencia de Seguridad Vial y policía”, dijo Soques.
En diálogo con el diario La Capital, el mandatario agregó que “nos llama la atención que se den en días seguidos. A uno de los que le robaron, es referente del partido socialista de Carcarañá y jugó la interna con nosotros; eso también resulta llamativo porque además la situación venía muy tranquila”.
La nota del diario rosarino continúa:
Asimismo, apuntó a que tres de los delitos estarían relacionados. “A todos los amenazaron y ataron, usaban radios con las frecuencias policiales y tenían conocimiento del terreno por lo que se presume que hubo inteligencia previa”.Los delincuentes eran tres y uno hablaba con acento paraguayo.
Las grabaciones que tomaron las cámaras municipales estos días están a disposición de la policía de investigaciones de la fiscal. “Estamos seguros que hay un contacto local que marca lugares”, dijo Soques y pidió al Ministerio de Seguridad que nombren un fiscal en la ciudad. Acotó que se comenzó a juntar firmas de apoyo con las empresas, entidades y profesionales de derecho.
Víctimas. El jueves, tres hombres armados ingresaron a la granja de Fabián Echevarría que se dedica a la compra venta de rodados. Otro delincuente, los esperaba en un auto robado que luego abandonaron y se fueron por caminos rurales en otro cohe, también robado.
Personal de la comisaría 6ª de Roldán halló un Volkswagen Gol azul que había sido robado en Funes y aparentemente fue el usado para el atraco de Carcarañá. Según testigos, el comerciante les habría disparado cuando escapaban.
El viernes y en plena tormenta, ingresaron a la casa del dirigente político Fernando Serra. Ataron a su mujer e hija y a él lo hicieron desvestir para luego maniatarlo y huir con un importante botín de pertenencias familiares.
El sábado a la tarde, entraron en la casa de la familia Del Gobbo que vive por calle Belgrano al 900 y se dedica a la venta de quesos. Se llevaron electrodomésticos y otros elementos. Al otro día, a las 22, le tocó el turno Aldo Sacconi, un comerciante de ganado que vive a 50 metros de los Del Gobbo. Ahí estaba su hijo, a quien lo redujeron y se llevaron distintos objetos de valor.
Fuente: La Capital