Un clásico conflicto, el de las visitas de los padres no convivientes a sus hijos menores de edad, pero con un corolario pocas veces producido: el de pena de prisión para una de las partes que no cumple el acuerdo.
De acuerdo a la información, el magistrado impuso la severa pena a la madre de un chico que, de manera insistente, recurría a diversas maniobras para que en los días y horarios en los que el padre debía quedar a cargo, se produjera algún inconveniente que impedía el contacto padre-hijo, tales como ausentarse con el chico, o aduciendo una enfermedad del nene.
Finalmente, el juez Rizzardi condenó a la madre a una pena de seis meses de ejecución condicional.
Fuente: LT3