Hace 202 años Mariano Moreno fundaba la Gazeta de Buenos Ayres, siendo su laderos Belgrano y Castelli. Otros tiempos, otros hombres, otros ideales.
Como pocas veces antes, el periodismo argentino se debate en un conflicto que replica otros, y que se traduce en: ¿a quiénes servimos los que ejercemos el oficio?. ..
Desde hace un par de décadas, sectores importantes de la sociedad tomaron a este gremio como soporte de ideas, posturas, luchas, ante la falta de respuesta de otras instituciones, que presuntamente defraudaron a los argentinos. Hoy, se piense como se piense, la idea de un sector impoluto, luchando a capa y espada por lo que es justo, debiera ser archivado en el fichero de las grandes pavadas argentinas: el periodista no escapa a las generales de la ley, los hay nobles y canallas, y, como nunca, nobles que revolearon su ética en pos de una “vida mejor”.
En nuestra ciudad, como en cualquier lugar, se reproducen a escala las mismas vivencias, acciones y reacciones. Existe tanto la solidaridad como el egoísmo, la inteligencia o la impostura, y la gente sabrá indagar a su hora dónde estuvo cada uno.
Y como es hora de recuentos, queremos recordar a los que partieron hace poco, como Luis Salomón, Luis Leonardi y Alberto Di Paola, o a los que lo hicieron antes, Santiago Delgrosso, Roberto Bernasconi y Carlos Monchietti.