Para contar nuestra verdad histórica tendríamos por comenzar diciendo, “el poder siempre respondió a los reclamos populares con violencia, prisión y muerte” e inmediatamente tomando este punto fundamental nos contestamos con una frase del querido compañero Camilo Torres “la violencia de los oprimidos, no es violencia sino justicia”
Nos referimos a los movimientos de liberación, en el mundo, allá por los ’60 y ‘70 contra el colonialismo, el imperialismo y el capitalismo. En nuestro país la violencia sistemática ejercida desde el estado hacia las organizaciones populares fue la inmediata respuesta ante la justa exigencia de nuestro pueblo.
Desde el estado implementaron, como tantas veces, el modelo político-económico neoliberal, única forma de lograr la transformación y lograr el cambio en el sistema de producción imponiendo este modelo de País para pocos.
En esos tiempos nuestro país era un hormiguero de combatividad y organización en todos los sectores, fundamentalmente entre el proletariado y el estudiantado, al que se iba sumando todos los sectores populares que con su permanente militancia impedían la aplicación de estas medidas políticas-económicas. Siendo un verdadero obstáculo para los fines de estos grupos de poder conformados desde un inicio con civiles-militares-poder judicial junto a la iglesia.
Los derechos que exigía nuestro pueblo eran conculcados una y otra vez.
En distintas partes del mundo se comenzaba a respirar aires libertarios, compromisos mayores, tomando conciencia que solamente con pelear desde la palabra no alcanzaba anta tumultuosa situación que se avecinaba.
Nuestra Patria y países hermanos latinoamericanos no quedaban por fuera de esta necesidad ante tanto atropello.
Había llegado el momento histórico de discutir, en asambleas barriales, fábricas, colegios, gremios, y todos los espacios, el sentido de nuestras vidas. Fueron años de mucha militancia muy comprometida.
Es en este contexto y dentro de la lucha revolucionaria, es que apresan a cientos de militantes en las cárceles de máxima seguridad. Pero a pesar del aislamiento y las medidas de seguridad que suponen infranqueables los muros de esos penales, el sentimiento de libertad que habita en los prisioneros, los resuelve a fugarse.
Tras meses de planificación y organización el 15 de agosto realizan la gesta. Inconvenientes organizativos provocan modificaciones. Sólo 6 alcanzan la libertad. Más de 100 deben retornar a sus celdas. Y 19 se entregan en el Aeropuerto de Trelew.
A pesar de las garantías que les ofrecen, de la prensa que los muestra al país en perfecto estado, son trasladados a la Base Almirante Zar y la historia se vuelve tragedia.
A 50 años
Seguimos reconociendo y honrando su determinación revolucionaria.
Seguimos manteniendo viva la memoria, sosteniendo la verdad y exigiendo justicia.
A 50 años
Seguimos levantando sus nombres como bandera inclaudicable de lucha.
La Sangre derramada No será negociada.
No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos
Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas – Rosario
Ronda de Madres de Plaza 25 de Mayo
APDH – Regional Rosario
Asociación Anahí – Filial Rosario
HIJOS – Rosario
La Porfiada Memoria
Colectivo Nacional de Ex Pres@s Polític@s – Rosario
Abuelas Rosario
Liga Argentina por los Derechos Humanos
Unidos por la Memoria y Ante el Olvido UMANO de Casilda
Asociación DDHH Cañada de Gómez
Comisión Directiva Museo de la Memoria – Rosario
Área de Derechos Humanos – U.N.R.
Documenta Baigorria
Secretaria de DDHH y Género de la Facultad de Psicología de la UNR
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas V.G.Galvez- Yoli Medina
Taller Había una Vez
CTA de los Trabajadores
Organización Revolucionaria Guevaristas-
Democracia Socialista-
Diciembre
Alfabetización Santa Fe
Ciudad Futura
M.O.S.P.
F.D.T.
Centro popular La Tablada
Norma Ríos Vice Pta. Apdh Argentina
Daniel Berretone – Periodista
Matilde Bruera
Alicia Gutiérrez. Directora General de Derechos Humanos. MR