Navidad 0 537

Cada Nochebuena, tanto para los que creen como para los que no, tiene esa mezcla de angustia y magia que nos llama a compartir recuerdos.

Cada Nochebuena, tanto para los que creen como para los que no, tiene esa mezcla de angustia y magia que nos llama a compartir recuerdos… lágrimas, abrazos, cariños, hermandad entre vecinos ofreciendo regalos para demostrar materialmente amor hacia el otro; se suelen viajar muchos kilómetros para vivir ese día con intensidad y algo ha de tener para que surjan sentimientos encontrados.

La sensación es como si nos detuviéramos y comenzáramos a recibir vivencias compartidas produciendo sensaciones diferentes , las puertas se llenan de colores y de luces , los comercios con sus bolsas intercambiando regalos por alegrías de momento, la cultura popular nos conduce a creer en un barba blanca que viaja en el tiempo pasando por los hogares de buena vida y -la de los sacrificados de bolsillos cada vez mas flacos- que marcan en ese gesto aquel regalo algo inolvidable para el pibe de una navidad consumista, según la religión:
”Jesús nace para la humanidad que busca libertad y paz: nace para todo hombre oprimido por el pecado, necesitado de salvación y sediento de esperanza”…,

El mundo, nada más alejado del sentido navideño deshumanizado, cierra fronteras, matan mojados, oprimen económicamente a países apoderándose de sus riquezas y derechos, donde organizan conflictos para las guerras; la penetración cultural del individualismo rompiendo lazos colectivos generando desprecio hacia el igual mirándolo desde un lugar discriminativo.

Vemos las prácticas políticas opuestas a los pueblos imponiendo las fuerzas sembrando el terror desde el Estado, se es servil con el poder y soberbio con el débil imponen desigualdad ; la mitad de las poblaciones -a causas de esos pocos que concentran economía globalizada- viven en la pobreza extrema , perdieron salud , educación , trabajo, generaciones sin conocer empleos dignos , no son creados al azar estos procesos deshumanizados.

Esta actitud no cesa sino que se profundiza y lo grave de esta situación es que es avalada por las mayorías,; seguramente hoy brindaran por paz, amor y felicidad y en sus cuentas en las redes sociales hablaran de otra cosa del otro, que espera amor y recibe desprecio…si hablamos de espíritu navideño y el sentido de la venida de Jesús, nosotros le diríamos que no venga que las puertas de los corazones en la mayoría están cerradas humanamente con gigantescos candados pero hay otra mayoría que sigue luchando y extiende su mano para modificar la realidad del otro y no es solo los 24 .

Rubén Eduardo Kelo Moreno

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.
En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar. Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba detrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedía permiso.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
–Decile a… –susurró el niño–. Decile a alguien, que yo estoy aquí.

Eduardo Galeano [De El libro de los abrazos]

La pintura: «Adoración de los Pastores» de Giorgione

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Muerte de José Luis Cabezas, en un nuevo aniversario de su asesinato 0 583

Cuando mataron a José Luis Cabezas nos mataron a todos, recuerdo la angustia que produjo en todos los sectores sociales, nos sentimos solos, desprotegidos ante el poder que no se ve pero volvía a matar para amenazar y decirnos mandamos nosotros, somos impunes, la Argentina como hoy vemos, era una ensalada de trascendidos, mentiras, versiones ilógicas. pero esa indignación nos unió en una frase que representó el sentimiento popular todos somos cabezas, resulta difícil con la impunidad del poder decir Nunca Más pero muchos seguimos construyendo con militancia, compromiso en lo colectivo, hoy debemos ser conscientes de la importancia de la unidad para romper estas paredes que nos tapan de injusticias , no a cualquier costo, sí contemplando las diferencias y promoviendo los consensos en una gran resistencia contra este mismo poder que sigue volviendo con otros rostros.

Rubén Kelo Moreno

Reconstruir 0 459

Cuando hablamos de la dictadura y lo que sigue generando, no se lo toma con seriedad y se lo ve como algo lejano, sin poner atención a todo lo que vino después, su economía, y parte de esa cultura que sigue vigente para una gran mayoría que no analiza lo que fue, y el porqué de esos años que nos cruzaron como sociedad.

Desde la política se trató de cerrar ese modelo impuesto, que tuvo tres etapas: la del 76, los 90 y la tercera, entre el 2015 ,2019.
Este gobierno, que venía a traer dignidad con políticas populares, sigue apostando a esos caminos de la desigualdad, garantizándolos y excusándose en que no existen otros medios para cambiar.

Nada es casualidad sino consecuencia, y las palabras, si no reflejan la realidad, son solo eso, palabras bonitas en frases armadas. No podemos negar la realidad, pero necesitamos hacer un esfuerzo para entenderla. Creemos que, efectivamente, esos sectores del poder están cosechando lo que sembraron con sangre y muerte en los 70, que cultivaron en los 40 años de esta democracia que supimos conseguir.

Se empeñaron en hacer de la política una mala palabra, y que la solución es profundizar esas prácticas quitando derechos con violencia sumando más marginalidad.

Claro que la historia no es lineal, está hecha de marchas y contra marchas. La expresión, más o menos vehemente, de los conflictos de clase es lo que mueve el amperímetro. Y, o bien permite la bajada de crudas políticas neoliberales que se profundizan día a día y ninguno de los que han estado en el poder ha podido, sabido o querido solucionarlas. Aunque con la necesidad de una articulación más eficiente, la resistencia está.

Por más que la manipulación de los medios la niegue, las distintas movilizaciones docentes y de muchos gremios, donde la masividad les impide ocultarlas, las muestren a su modo, para el desprestigio y la espectacularización del hecho político.

Las marchas de “paren de fumigarnos”, la defensa de los pueblos originarios recuperando territorios, las marchas de los 24 de marzo con miles de personas recorriendo las calles, diciendo Nunca más a golpes de estado, la histórica del 2×1, el llenado de plazas con pañuelos blancos, emblemas de la resistencia por memoria, verdad y justicia, todas estas manifestaciones no se pueden tapar con una mano.

Los grandes medios desinforman y mucha gente repite. No negamos la violencia, que existe y es cruel, pero ya está probado que no se detiene con más muertes.

El problema de la seguridad no tiene nada que ver con la pérdida de garantías. Todo lo contrario, garantizar los derechos humanos básicos es más seguridad.

La violencia institucional, las asociaciones ilícitas que aparecen diariamente en los diarios, éste es el mensaje descarado: actúen que serán protegidos. Necesitamos justicia, derechos, igualdad, comprensión, amor, debemos ser capaces de construir otra cosa, y aún estamos lejos de contar con una alternativa política que realmente dé vuelta la tortilla, cambie el paradigma. Que no tenga todas las soluciones, que se pregunte, que escuche lo colectivo y que todo lo que vivimos como sociedad lo carguemos de contenido político.

 

Ruben Eduardo Kelo Moreno

 

 

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