El primero de los casos denunciados tuvo lugar en una casa de Mitre al 1900, y ocurrió en horas de la tarde del viernes. El propietario denunció haber salido aproximadamente a las 15.30 de ese día, y a su regreso, a las 18.30, encontró que la puerta principal había sido violentada, en el interior reinaba un gran desorden, y faltaban varias herramientas de tamaño considerable, como una motosierra, una amoladora y un taladro.
El siguiente hecho se produjo en una finca ubicada en Quintana al 500, donde funciona el Centro laboral San Roque, un centro de día para el abordaje en salud mental y discapacidad. Allí el responsable encontró, el sábado, que autores ignorados habían ingresado tras romper una puerta y se habían llevado una CPU y un monitor de 19 pulgadas.
Otro hecho ocurrió en Rawson al 600, y fue un claro caso de descuidismo, ya que la víctima solamente se ausentó para efectuar una compra en una rotisería. Cuando regresó, advirtió que algo andaba mal, ya que un jarro de acero inoxidable que había dejado sobre la cocina estaba tirado en el suelo.
Al inspeccionar la vivienda, constató que le habían sustraído una bicicleta que hallaba en el garaje, además de una linterna, una soldadora y un par de zapatillas.
Además dejó asentadas las características de los objetos robados: las zapatillas son de color rojo, y la bici, rodado 29, es negra, con asiento amarillo y negro.