Se cumplen 21 años de la inundación que en 2000 arrasó en poco tiempo una amplia zona al sur de las vías férreas, provocando la muerte a tres cañadenses. Junto a ello, cientos de familias sufrieron daños graves, en algunos casos totales, de sus viviendas. El agua se llevó además bienes, documentos, fotos, recuerdos, haciendo que la vida no volviese a ser la misma para los vecinos de Cañada de Gómez.
El aluvión hídrico se produjo, irónicamente, cuando se llevaban adelante obras de ensanche de sectores del arroyo Cañada de Gómez, que se pensaba iban a resolver el problema crónico de inundaciones que sufría históricamente la ciudad, pero esta vez el fenómeno tuvo componentes distintos, los que fueron largamente discutidos a lo largo de los meses subsiguientes, mientras la vida de quienes sufrieron el siniestro en la primera línea se recomponía lenta y dolorosamente.
Este lunes habrá una misa en conmemoración de las víctimas, a las 19.30 en la Iglesia San Pedro.