El primero de ellos fue denunciado por una mujer que tiene la concesión del bar de Villa Soto, quien al abrir en horas de la mañana del viernes que había sido forzada una ventana del lugar, y faltaba un LED de 42 pulgadas.
El otro episodio tuvo lugar en una casa ubicada en Neochea al 200. Los ladrones ingresaron aprovechando que la puerta del frente estaba sin llave, y mientras el propietario dormía se adueñaron de dinero, dos teléfonos celulares y dos auriculares.