En una sala colmada, y con algo de atraso, comenzó el recorrido del grupo por sus veintisiete años de carrera.
Apenas la guitarra de Giardino avisó que comenzaba la noche, y la voz de Barilari confirmó la idea, dio inicio el romance con públicos de diversas edades, y que ya lleva casi tres décadas. Las dos horas y pico se utilizaron para tocar todos los puntos que marcaron esa historia, para delirio de sus fans.