El acto en Casa del Bicentenario arrancó con la despedida a los dos ediles que dejaron su cargo, Martín Maccari (Unión PRO) y Guillermo Virgili (Frente para la Victoria), y la toma de juramento por parte del hasta ese momento presidente del cuerpo, Martín Chale, a los que inician un nuevo mandato, Luciano Travaglino del Frente Progresista y Juan Carlos Tocalli (FpV), ambos renovando por cuatro años más, y el ingresante Diego Díaz Patrón.
Tras cartón, no por inesperado dejó de ser el segmento picante de la tarde noche cañadense, el momento de la elección de las autoridades del Concejo. Luego de ser ungida por unanimidad como presidenta del cuerpo Carina Mozzoni, y ya en ejercicio de la presidencia, llegó el momento de elegir vicepresidente primero.
El Frente Progresista, como primera minoría, exigía el cargo para sí, y así lo expresó Fernando Mauroni, cuya moción presentaba a Travaglino como aspirante, mientras que Tocalli hizo lo propio con el debutante Díaz Patrón, quien naturalmente fue elegido por el peso de los votos de la mayoría, y en el momento en que el propio Tocalli mocionó a Mauroni para la vicepresidencia segunda, éste la declinó, por lo que el FpV optó por Marcelo Cogno para el cargo.
Al votar, los tres radicales se abstuvieron, y de esa manera el oficialismo tendrá la mayoría de 4 a 3, y también los tres cargos que encabezan el Concejo.
A continuación fue el turno del juramento de la intendenta. Clérici va por su cuarto mandato consecutivo, y en su discurso historió su llegada al cargo en 2003, la situación en la que encontró al municipio, enumerando logros que ya son bandera de su administración, como obras y el parque industrial.
Tanto Clérici como Mozzoni resaltaron su agradecimiento a toda la ciudadanía por “la oportunidad de renovar el compromiso de seguir trabajando por una Cañada que nos enorgullece”. Ambas hicieron hincapié en profundizar el “tender puentes de diálogo responsable” y “construir
consensos con toda la comunidad”.
En este sentido, la intendenta Clérici evaluó: “Hoy tenemos una diversidad de fuerzas políticas que hacen que ese diálogo que siempre fue fecundo hoy se deba intensificar”, para luego concluir “que todos nos sintamos cañadenses, independientemente del partido al que pertenezcamos, para poder seguir gestionando por nuestra ciudad”.
Se inicia entonces un nuevo período en la ciudad. Muchos nombres se repiten, aunque la situación es diferente en algunos puntos vitales. El FpV regirá a nivel local, ahora con mayoría en el Concejo. En la provincia continúa gobernando el socialismo, aunque no se espera con Lifschitz el mismo nivel de beligerancia que hubo con Bonfatti. Y en la Nación las reglas las dictará el PRO, y aquí se verá hasta dónde llegan las diferencias para la ciudad, que, paradójicamente, tuvo un concejal de ese signo político en los cuatro años anteriores, y ninguno ahora, cuando la gente de los globos amarillos detenta el poder en la Argentina.