La intendenta Stell Clérici, el gobernador Miguel Lifschitz y el arzobispo de Rosario monseñor Eduardo Martín, bautizaron a la presa retardadora con el nombre de Santo Padre Francisco.
Clérici, junto a su equipo de gobierno agradeció la presencia de todos los que acompañaron en este acto, considerando la importancia de esta obra hídrica que tiene para la ciudad, protegiendo a todos los cañadenses: “Es un orgullo y una gran alegría haber hecho realidad esta obra. Uno siempre quiere dejar una ciudad mejor a través de las obras y algunas son muy queridas, como esta presa retardadora”, expresó.
En relación al nombre que se impuso manifestó “nos pareció oportuno el nombre de Santo Padre Francisco porque así como la presa nos protege desde la parte estructural, siempre invocamos la
protección de Dios. Es una obra que nos emociona muchísimo, por eso quiero agradecer en especial a los vecinos que nos acompañaron a gestionarla”.
Finalmente, previo a descubrir la placa con el nombre, Clérici entregó obsequios institucionales al gobernador y el arzobispo y copia de los decretos que los declaran visitantes distinguidos.