Un grupo de cañadenses, entre los que se encontraban varios quienes fueron víctimas de delincuentes en distintos episodios ocurridos en nuestra ciudad, se convocaron frente a la plaza San Martín, para expresar su descontento con el estado de las cosas en lo referente al tema de la seguridad en nuestra ciudad, para luego marchar a expresar su reclamo ante la Unidad Regional X de la policía.
El que abrió la charla fue Carlos Martínez, quien comenzó con la frase “Esto no da para más”, en referencia a la situación de indefensión que buena parte de la sociedad local siente en estos momentos. Martínez, uno de los primeros impulsores de la protesta, recordó cuando dos años atrás realizaran una actividad similar “que suspendimos” dijo, “porque creímos en las promesas que se nos hicieron, de mayor cantidad de personal, más patrullajes, la instalación del 911, que luego se desvanecieron”.
Entre el público podía reconocerse a varias de las víctimas de los últimos hechos delictivos: una mujer que fue robada con violencia cuando llegaba a su casa de la jornada de trabajo, otra que al mediodía fue despojada de las pertenencias que estaba en la puerta de su casa, y también la mamá del adolescente quien, a punta de pistola, se le quitó su teléfono celular cuando atravesaba la plazoleta del Bº Mercantil, y que resaltó el dramatismo del momento que tocó vivir a la víctima.
En ese contexto, otra mujer expresó su indignación “por la escasa cantidad de gente que participa de este acto, cuando desde hace varios días por facebook medio mundo se refería a la gravedad del tema y lo que había que hacer” continuó “pero de ésas personas ninguna vino, y yo digo que la protesta y la denuncia no se hacen por facebook”, finalizó.
En el acto estaban presentes el coordinador de Seguridad del Municipio, Luis Leiva, y el secretario de Gobierno Juan Carlos Tocalli, así como los concejales Matías Chale y Luciano Travaglino.
Ya frente a la Jefatura, se presentaron al lugar el comisario mayor Silvio Marciani, jefe de la URX, y algunos de sus oficiales, quienes explicaron, ante las objeciones al accionar policial, las políticas que siguen en la lucha contra el delito. Arreciaron entonces las quejas del público contra el accionar de la Justicia, poniendo énfasis en las críticas a la fiscalía por la casi nula aplicación de penas a quienes delinquen a repetición.
Luego se transitó en ese mismo carril, con un público que mostró desazón por lo que consideran un estado de cosas que los condena a ser objetivos posibles de todo tipo de delincuencia, la que no recibe castigo acorde a sus actos, mientras que la población se ha convertido blanco móvil para los que están fuera de la ley.
