El básquet de la ciudad volvió a estar de luto, al conocerse el fallecimiento de quien fuera presidente de la Asociación Cañadense, un incansable dirigente que puso su esfuerzo y su pasión al servicio de esa disciplina.
Militante de una de tantas generaciones de dirigentes locales que marcaron el pulso del desarrollo de ese deporte, haciendo de Cañada de Gómez un referente nacional, Claudio Bragalenti comulgó con la idea madre que establece que el crecimiento se da de abajo para arriba.
Como ejemplo, ponemos un pequeño episodio de cuando se le realizó, en la sede de la Asociación, un reconocimiento a Nicolás Brussino, uno de los hijos destacados del mundo básquet, y que ilustra a foto publicada en ese monto por Otrodía.com. Esa noche, Bragalenti expresó la emoción por reconocer en Nico a un ejemplo casi perfecto de la evolución de un pibe que arranca en infantiles y llega a escenarios mayores, gracias a su talento y esfuerzo propio y de la familia, pero también de la estructura de las instituciones de una ciudad pequeña como la nuestra, con dirigentes trabajadores, inteligentes e incansables, componentes indispensables de esa pasión, de la que Claudio fue exponente distinguido.
