En el primero de los casos, un joven encargado de un comercio de indumentaria denunció que al dirigirse a abrir el local, a las 8 de la mañana de este lunes, descubrió que un vidrio del ingreso estaba roto, y del lugar faltaban diversas prendas además de dinero.
En otro de los episodios, una vecina salió a las 8 de la mañana de su domicilio, ubicado en la zona oeste de la ciudad, y poco después se activó la alarma. La mujer regresó a la vivienda, y al llegar se encontró con la venta del frente violentada, un gran desorden en las habitaciones, de las que faltaba una notebook y la suma de cien dólares.