La vivienda asaltada se encuentra en la calle Flotron, en el norte de la ciudad. En el momento del asalto, allí se encontraban los propietarios, un matrimonio, junto a su hija y el novio de ésta.
El violento despertar estaba acompañado por ódenes de quedarse quietos y boca abajo, mientras que se les exigía la entrega de “la plata”.
No hubo denuncia policial, por lo que la policía actúa de oficio, aunque extraoficialmente se conoció que los ladrones se llevaron alrededor de mil pesos y trescientos dólares.
Fuente: Jorge Tagina para Armstrong y Región