Todo comenzó cuando una madre, cansada de las amenazas de su hijo de 23 años, llamó a la policía, en Oliveros. Por orden del Juzgado, un móvil policial llegó a la vivienda para trasladar al joven a la seccional. Al ver al coche policial, el muchacho escapó por una puerta lateral, y una vez en la calle, esgrimiendo un cuchillo de cocina, comenzó a gritar que “no me saquen la droga2, enfrentando a los uniformados.
Tras ser desarmado, se pudo extraer de entre sus ropas una bolsa de tela que contenía catorce envoltorios presumiblemente de marihuana, otro con semillas de cannabis sativa, y diez con cocaína.
La historia no concluyó allí, porque la mujer declaró a la policía que su hijo tenía a la familia amenazada para que no tocaran las plantas que tenía en el patio, que se constató eran tres macetas con plantines de cannabis.
El joven junto a los elementos secuestrados, droga y macetas, fueron a dar a la seccional.
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Fueron por un conflicto familiar y encontraron droga
La policía de Oliveros atendía un caso de amenazas de un hijo a su madre. Al llegar al lugar, el muchacho escapó y al ser alcanzado, se le encontró una buena cantidad de droga en su poder. En su casa tenía plantada cannabis en maceta.
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