Carlos Verdicchio, el impulsor de la investigación por las torturas, vejámenes y muerte de la perrita Trípode, decidió acampar frente a la Jefatura de Policía, ya que conoció que una de los elementos entregados por él a las autoridades, encontrados en el cadáver del animal, se extraviaron en circunstancias no aclaradas.
“Junto al cuerpo de Tripo, entregué una soga y un trozo metálico que tenía incrustado en una de sus nalgas” relata Carlos, “y el martes pasado, realizando una recorrida con unos amigos en busca de algún indicio sobre el lugar o los autores del hecho, en un vagón del ferrocarril hallamos gran cantidad de pedazos de metal iguales al que tenía incrustado el cadáver, lo que informé a la policía para que vayan a corroborar, porque al menos podía aportar a la investigación, lo que recién ocurrió el último sábado.”
“Ahora me informan que ese trozo de metal, encontrado en el cadáver del animalito, simplemente se perdió, sin otra explicación más que esa”.
Verdicchio se dirigió, en la noche del domingo, a la Jefatura para exigir una explicación y decidido a permanecer hasta obtenerla. Al verlo algunos amigos, se quedaron con él, a lo que se agregó gente de la Protectora, el grupo que a esta hora está en adyacencias de la dependencia policial. Mañana estaba prevista una reunión ente el denunciante y personal de Fiscalía, lo que quedó en suspenso. También está anunciada una nueva marcha, a las 14 de este lunes.