La manifestación más grande de este tipo de los últimos tiempos, acudió al llamado de las redes sociales por el hecho de crueldad contra un animal que agitó la víspera de un acto eleccionario que en la noche del viernes pareció más lejano que nunca.
La muerte de una perrita, Tripo, tras feroces vejámenes infligidos por el o los autores, provocó que una multitud respondiera al llamado realizado y se diera cita en la Plaza de Colectividades, para luego caminar por el centro hasta el paseo Scalabrini Ortiz, en el sector de Balcarce y Oroño, lugar donde fue enterrado el pequeño animal.
Allí habló Carlos Verdicchio, vecino del lugar, en representación de todos los que formaron parte de la movida en busca de justicia, no sólo por la víctima presente, sino por los animales que sufren hechos de crueldad y maltrato. Verdicchio realizó, como lo vino haciendo desde conocido el hecho convocante, a responder con firmeza en los reclamos pero sin la violencia que pusieron de manifiesto los agresores , (“ si no estamos al horno…”, graficó).
Muchos de los concurrentes, que llevaron velas y pancartas, dejaron entonces algún recuerdo sobre la tumba de la perrita. Desde ese lugar, la manifestación se dirigió a la Jefatura, donde tras una corta vigilia se hizo presente el Jefe de la URX, a quien se le pidió algún tipo de precisión sobre si se está investigando el hecho, que en sí está a cargo de la Fiscalía y su fuerza operativa, la Policiía de Investigación (PDI), que no depende de la Unidad Regional, de acuerdo al nuevo esquema judicial vigente a raíz de la creación del Ministerio Público de la Acusación.
Entre voces de hastío por la sensación de que no habrá consecuencias, la gente fue de a poco desconcentrando con la idea de realzar una nueva marcha, el lunes después del mediodía, para lo que habrá que estar atento a las comunicaciones a través de redes sociales.