El hecho comenzó poco después de la medianoche del martes, cuando la policía debió concurrir, alertada por un llamado, a Quintana 80. Allí, una persona dio cuenta de haber sido amenazada con un objeto punzante por otra, quien le exigió le entregara las zapatillas.
La víctima comenzó a forcejear con el ladrón, y a ello se agregó la intervención de un grupo de amigos del primero. Ante la inferioridad numérica, el frustrado asaltante corrió buscando refugio en las instalaciones del servicio de emergencias CEMI, donde fue arrestado por la policía.
En la requisa, se le secuestró un destornillador, utilizado a guisa de arma para amedrentar a sus víctimas. Posteriormente se lo trasladó a dependencias policiales, a disposición de juez interviniente.