Cañada de Gómez vivió este viernes el acontecimiento más importante en lo que va del año, a partir de la llegada a la ciudad del primer viaje oficial del tren suburbano que unirá a nuestra ciudad con Rosario, en una historia que recién recomienza, con una modesta oferta de horarios, pero que se espera vaya engrosando con el correr de los meses. Hace 45 años que el servicio entre esas dos ciudades, que enlazaba a muchas más, fue cercenado por la dictadura militar, lo que cambió profundamente la forma de comunicarse de nuestras comunidades
El condimento que hizo del episodio aún más memorable fue el arribo en el tren del presidente de la Nación Alberto Fernández, acompañado del flamante ministro de Economía Sergio Massa, Ambos en un momento crucial de sus historias políticas, Alberto frente a una concurrencia amble en un acontecimiento tocante para los cañadenses, y Massa como su piloto de tormentas en medio de un mar embravecido.
La estación Cañada de Gómez, con Stella Clérici actuando como anfitriona, recibió además al gobernador Perotti, diputados nacionales, el intendente de Rosario Pablo Javkin junto a los mandatarios de las estaciones intermedias por las que pasa el tren. Además de cualquiera cuya presencia estaba cantada por pertenecer a algún orden institucional o político, o a los medios de comunicación de todos lados atraídos no solo por el tren sino por las personalidades presentes, estuvo la pata cañadense, las personas de a pie para las que el tren significa mucho, bien por que lo usaron en otras épocas, bien porque les contaron en la casa, o porque tuvieron algún padre, tío abuelo, o vecino ferruca.
El tema del antes llamado tren local, hoy el europeizado “de cercanías”, resulta ser muy caro para muchas/muchos cañadenses. Una ciudad que participaba del tráfico incesante de gente de acá que iba a Rosario, y a su vez de infinidad de otras que llegaban desde las poblaciones cercanas a trabajar, estudiar, comprar, y que en cierta manera regulaba la vida de relación intra comunitaria.
Hoy, está dicho, la propuesta es modesta: poquísimas frecuencias, un viaje lento, pero parece, y así lo han prometido, que irá mejorando, con más trenes por día que vayan más rápido. Hoy fue el comienzo.