En el primero de los casos, ocurridos en calle Maiztegui al 1600, el robo se produjo entre las 12 y las 13.30. Al regresar a esa hora, el dueño de casa comprobó que le habían sustraído dinero, mientras que el o los ladrones no alcanzaron a llevarse una bolsa con diversas pertenencias que habían introducido en una bolsa, la cual abandonaron.
Otro episodio similar tuvo lugar en Callao al 500, en horas de la noche. La propietaria de la vivienda regresá a la misma a las 21.40, y al aproximarse a la entrada viio a un individuo que salía corriendo de la misma. Comprobó entonces que la puerta de entrada tenía vidrios dañados, y del interior faltaban perfumes y mercaderías varias.