La serie de robos comenzó el viernes por la tarde, en Lavalle al 500.
Allí vive una mujer de 81 años, quien se ausentó a eso de las 16.30 y regresó al mediodía del día siguiente. Al llegar descubrió la reja de una ventana forzada, y posteriormente una caja fuerte con la cerradura violentada, de la que se habían llevado un arma de fuego cargada y dinero en efectivo.
El sábado, en tanto, se descubrió un robo en el local comercial de la firma Pardo. El encargado del local halló al abrir en horas de la mañana, que la puerta de ingreso tenía rota la cerradura y faltaba dinero de la caja.
A las 22.30 de la misma jornada la policía llegó a una propiedad ubicada en Carcarañá al 600, alertada por la activación de una alarma, y al mismo tiempo lo hacía la dueña de casa. En la recorrida por el lugar hallaron violentada la reja de una ventana que da al patio, lugar por donde ingresaron los delincuentes pero que debieron huir ante el sonido del sistema de seguridad.
El domingo por la mañana, en Centenario al 2300, una mujer salió de casa a las 21, colocando las medidas de seguridad correspondientes, y al regresar observó el portón con signos de violencia. Del interior faltaba una soldadora eléctrica, y un detalle: el o los ladrones se llevaron una bebida espumante.
Y el lunes cerró el fin de semana delictivo con dos episodios:
En San Martín al 300 los cacos ingresaron en horas de la noche, luego que el dueño del lugar se retiró. Rompiendo una ventana, entraron y luego de revisar el dormitorio, se llevaron una cámara fotográfica profesional, una filmadora, una notebook, además del dinero que se encontraba en el lugar.
En 7 de octubre al 300 hubo una intentona de robo luego del ingreso de los maleantes a través de una ventana a la que rompieron.
el lugar quedó en total desorden, pero hasta el momento no se notó la falta de ningún elemento de valor.
