Dentro de las actividades previstas por el Día de la Memoria en el predio del Museo Histórico, que incluyeron la actuación de bandas y solistas de la escena local, estuvo la mesa de debate que compusieron el periodista Mario Chiappino, el historiador Pablo Di Tomaso y la profesora Virginia Ledesma, con Ezequiel Píccoli como moderador, en una jornada que abrió la intendenta Stella Clérici.
En la charla, Di Tomaso relató sobre el comportamiento de la sociedad cañadense ante los golpes de estado que se sucedieron desde 1930, la línea histórica de apellidos a los que se apelaba ante cualquier quiebre institucional, y destacando la paradoja en la que, en 1976 y a poco del comienzo de la dictadura, el director del único diario de Cañada fuese encarcelado por 75 días, y un par de años el editor del mismo medio revindicara el golpe de estado y sus posterior accionar.
Virginia Ledesma, en tanto, destacó el rol de la escuela en el conocimiento de esos hechos de la historia reciente, con el dato recogido de una encuesta abarcadora, que dio como resultado que una amplia mayoría de la población que por edad no fue contemporánea con la dictadura, aprendió sobre el tema en la escuela, e incluso en ese ámbito escuchó por primera vez hablar del suceso.
Mario Chiappino, a su vez, relató un episodio personal que lo tuvo como actor en Rosario, donde en medio de la militancia en la modesta posibilidad que permitían esos años, fue encarcelado y desaparecido por dos días, y al ser liberado supo que había estado en los tristemente célebres sótanos de la Jefatura de policía rosarina.
El periodista cañadense recordó además el secuestro y asesinato de Fany Giordano, en febrero de 1977, con el que “se terminó de disciplinar a una sociedad que ya estaba bastante disciplinada”.
Así se puso sobre la mesa un tema que a veces queda opacado por el concepto de dictadura, apreciado en el contexto país, por sobre lo se vivió en Cañada de Gómez, y que nos identifica como comunidad, para bien y para mal.