Todo se descubrió el martes pasado, cuando el pequeño quedó al cuidado de su primo, junto con su hermanito de 6 años. Su madre, había salido a trabajar. Como vende ropa por catálogo, tenía que viajar a Rosario a buscar mercadería. En tanto su padre también estaba ausente, desocupado hacía poco, había salido a buscar trabajo.
Ese martes por la tarde entonces, el más pequeño de los hermanos salió corriendo de su casa y atravesó la ciudad en busca de su tía. Había visto cómo su primo tocaba a su hermano mayor. El chiquito, contó la tía, caminó más de 20 cuadras desde su casa en Juan José Paso y Alberdi, hasta la de ella, en Guemes al 500. Al escuchar lo sucedido, la mujer dejó al pequeño a cargo de una de sus hijas y con las otras dos –tiene tres niñas y un varón– fue hasta lo de su cuñada, donde ya al llegar a la puerta notó algo raro. Llamó y llamó desde la vereda pero nadie le contestó. Decidió entonces, entrar y notó que su sobrino estaba encerrado en el baño, pero parecía estar solo. Al rodear la vivienda, vio cómo un muchacho escapaba por la puerta de atrás.
Según lo que le contó el niño después, su primo había abusado de él en el baño. Aunque, aparentemente no era la primera vez que lo hacía. El pequeño era a la vez, blanco de intimidaciones constantes. “Lo psicopateaba. Fue horrible”, recordó la denunciante con la voz tensa, entre la bronca y la tristeza.
Con todo, la historia no terminó ahí. Horas después, el supuesto agresor se acercó, revólver en mano, a la casa del niño, y amenazó a toda la familia para que se quedara callada. “Queremos que se sepa –aseguró la tía– y que quienes hayan sufrido algo similar se animen a contarlo también”.
El supuesto abusador fue detenido y ahora sigue el caso la fiscal Natalia Benvenuto. No obstante, la familia tiene miedo. Reclaman seguridad y un apoyo psicológico para el chiquito que sufrió el abuso y su hermanito que vio todo.
Audiencia a puertas cerradas y prisión preventiva
La fiscal Benvenuto, titular de la Unidad Fiscal de Cañada de Gómez -dependiente de la Fiscalía Regional de la 2ª Circunscripción Judicial, solicitó que el caso se trate inicialmente en audiencia a puertas cerradas, e hizo llegar a la prensa sus motivos. Requirió además una prisión preventiva de 5 meses, ante lo cual la Jueza resolvió hacer lugar pero por un tiempo de 3 meses.
En razón de que se ve afectada la privacidad de la presunta víctima y para evitar daños sicológicos accesorios a la misma, la Representante del Ministerio Público de la Acusación, Dra. Natalia Benvenuto, solicitó que la audiencia para solicitar prisión preventiva al imputado -mayor de edad y familiar del niño-, fuera a puertas cerradas, algo que concedió la Jueza Dra. Paleari. En la misma se dictaron 3 meses de detención preventiva para el acusado, por abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por su autor ser guardián o cuidador de la víctima. La pena es de cumplimiento efectivo.
Fuente: Las Rosas Digital / Rosario3/
