Los cañadenses, especialmente sus músicos, tuvieron el último viernes la oportunidad de acceder a una experiencia que no siempre se presenta, salvo que uno viaje a algunos de los grandes centros urbanos: el contacto con un tipo de larguísima trayectoria como guitarrista, que volcó tanto en la actuación como en la docencia sobre el instrumento.
Marcelo Roascio tiene quince trabajos editados, y puede exhibir su colaboración con numerosos artistas del país y el mundo.
En Cañada, ante un público en el que abundaban los músicos, dio una clínica de guitarra eléctrica con tips básicos sobre distintos géneros (blues, rock, metal), realizó improvisaciones con algunos chicos que subieron al escenario, se realizó un sorteo de elementos para guitarra, y contestó preguntas de los presentes.
Tras un intervalo, tocó temas de su último disco junto a una banda local integrada por Claudio Pelli en guitarra, Luchi Giorgis en bajo, Max Mateo en batería y Walter Crola en teclados, cerrando con “When my guitar gently weeps”, el clásico tema de George Harrison que permite el lucimiento de un dúo de guitarras, que fue cantado por Víctor Machado.
