“La inseguridad que tenemos en Armstrong y en el barrio se ha incrementado. Yo fui víctima y nunca tuve respuesta. La fiscal me desestimo el hecho por falta de pruebas”, expresaba una vecina a los medios locales.
“Estamos en estado de hiper-alerta, con insomnio, debido a estos hechos que son traumáticos, buscamos respuestas que nos de cierta garantía, queremos sentir que del otro lado también nos cuidan”, añadió otra.
En la mayoría de los barrios que han sufrido reiterados delitos, los vecinos tratan de cuidarse entre todos, y arman diversos protocolos, están atentos en los grupos de wathssap que no se silencian, y sólo se usan para casos particulares, si se ve gente rara o se escuchan ruidos en los techos. En este 2018, un alto porcentaje de ciudadanos armstronenses han adoptado la colocación de alarmas y cámaras de seguridad en sus viviendas.
Publicado por: Armstrong y Región