La moda de romper a piedrazos los vidrios de los coches estacionados prosigue con vigor. El martes por la noche, personal del terciario del Colegio superior Florentino Ameghino resultó víctima de los vándalos, quienes destrozaron la lunetas de dos autos pertenecientes a una docente, y a la regente de ese ciclo educativo del establecimiento.
A la misma hora, en zonas del macrocentro, hubo dos ataques similares. En total fueron cuatro, producidos entre las 22 y las 23, y los autos dañados fueron un Ford Ka, un Chevrolet Agile, un Chevrolet Corsa, y un Ford Eco Sport.
Esta ola de roturas se está extendiendo por toda la ciudad, y se desconoce si al grupo que la inició se le agregaron otros, que actúen por imitación.