Mi viejo y el fútbol 0 742

Las últimas palabras que escuché de mi viejo, esa nochecita de junio del 2008, hablaban de un gran amor. “¿Cómo salió San Lorenzo?…”, dijo, o eso creí. Lo soltó en dos veces, con el poco aliento que le quedaba. Al otro día, casi a la misma hora, se moría José, a los noventa y cuatro y lúcido hasta el final.

Se hizo del Santo en su Baradero natal, allá por la década del 20. La cercanía con la Capital hizo que lo fuera a ver tupido, especialmente de local. Eran épocas en que no se hacían colas para entrar a los estadios. La gente se apiñaba frente a las boleterías, entonces ganaba el más fuerte, que emergía de la montonera con el sombrero puesto, la mirada triunfante, la entrada en la mano y la camisa afuera.

En esa época, por si hacía falta, comenzó a noviar con la hija de un dirigente del club. Segunda o tercera línea calculo, ligado al fútbol, y el viejo ya se iba a la gran ciudad los sábados, y se quedaba a dormir en la casita de Floresta donde vivía la muchacha. Me enteré de eso al final de su vida, cuando hablábamos sin parar por todo lo que no lo habíamos hecho antes, acodados sobre la mesa del hogar donde pasó sus últimos años. Cuando le pregunté la razón por la que el romance quedó trunco, bajó la voz, como quien va a proferir algo que debe quedar entre dos caballeros, y dijo “la chica era medio gordita, y yo veía que iba a terminar como la madre, que directamente era gruesa…”.

Aunque jugué a la pelota desde que aprendí a caminar, comencé a seguir el fútbol de AFA en el 59, justo cuando San Lorenzo lograba su tercer campeonato. Mi viejo no quiso imponerme ser hincha de un cuadro, sino que dejó que eligiera. Y un día cayó mi tío, me regaló la camiseta de River, y la historia dio un giro.
La reparación llegó cuando hizo hincha del Cuervo al Caco, un vecinito que lo acompañó a la caravana por el torneo del 74. El viejo salió tocando bocina en el Citroen, al que le levantó la capota para que el pibito agitara una inmensa bandera de polietileno y caña.

El 82 vino con guerra, y con San Lorenzo sin cancha y en la B. Ambas catástrofes se resolvieron con una derrota militar y un triunfo deportivo. José fue uno de los cabecillas de incontables viajes en tren a Buenos Aires, con un grupo de fanáticos que le prodigaba algún hurra durante el viaje de ida, agradecidos porque el viejo había hecho un periplo extra para sacar las entradas, aprovechando el pase gratis que le daban en su condición de jubilado ferroviario. Agonía y éxtasis, el año terminó bien para los expedicionarios, cuando el Santo volvió a primera.

La última vez que fue a la cancha fue en el 2001. San Lorenzo salió campeón y mi padre, de 87 años, se fue a Buenos Aires en una Trafic con diez de aquellos kamikazes de antaño. Ninguno tenía entrada, iban derecho a la promesa de la reventa, y de paso el veterano nunca me dijo que se iba, temiendo tal vez una reacción negativa ante la insensatez de ver a un anciano emprender un viaje con la incierta suerte de acometer la ida a la cancha, en una época tan alejada de aquéllas jornadas de su juventud, cuando se peleaba a las piñas y las hinchadas dirigían su ira casi con exclusividad al réferi. 

Volvió con dos banderas y un gorro azulgranas, y tiempo después me confesó que en un momento quedó solo, alejado del grupo con el que comenzara la gira, en medio de una multitud que en las tribunas festejaba, rugía, se bamboleaba. Y él cayó en la cuenta que las gambas ya no lo sostendrían en una avalancha, ni siquiera en un apretujamiento, y por primera vez don José Larocca se sintió pequeño, él que había hecho de la fortaleza física una cosa tan natural, como cuando en cancha de Ñuls soliviantó del cogote a dos tipos que le pegaban con los palos del bombo a un tercero, todos hinchas del mismo club, dónde se vio… 

Y ya en el hogar donde se refugió contra su voluntad cuando nadie lo podía sostener, tuvo el privilegio de manejar el control del tele, pero entonces ese fútbol no le interesaba. Y fue así que le brotaron decenas de anécdotas deportivas de los cientos de partidos que vio, en época bravas, como cuando fue en un grupo de Baradero a ver un Boca – San Lorenzo, todos a la tribuna del xeneixe, tres simpatizantes del Cuervo, cinco de Boca. El partido salió 5 a 2 para el visitante, mi viejo y los otros dos gritaron los cinco goles, y no pasó nada con los boquenses, alguna puteada hacia los players propios, esos muertos, pero nada más.

O cuando en el 40 y pico se le ocurrió llevar a un sobrino hincha de Independiente a ver al Rojo a la cancha de Ñuls de Rosario, el día en que a la hinchada rojinegra se le ocurrió linchar al réferi, a quien ya tenían en hombros y presto a ser izado con la soga oportunamente colgada de una viga, hasta que un par de colimbas, de ésos que en aquel tiempo tenían entrada gratis a los estadios, salvaron al pobre tipo que ya estaba blanco como un papel y le debieron dar aire agitando una toalla. 

Dicen que el Negro Fontanarrosa dijo una vez que el fútbol no es cosa de vida o muerte, sino algo mucho más importante. Y prefiero creer que sí, que lo último que escuché en vida de mi papá fue que me preguntara sobre cómo le había ido a San Lorenzo, un día antes que se fuera sin dejarme llegar a tenerle la mano en ese momento peliagudo. 

Roberto Larocca
Junio de 2013

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Dengue en Santa Fe: bajan los casos, pero hubo diez fallecidos más 0 221

El Gobierno de la Provincia de Santa Fe, a través del Ministerio de Salud, actualiza la información de dengue con los datos correspondientes a la Semana Epidemiológica 16. Desde el inicio de este año son 55.273 casos confirmados.
“Esta semana tenemos la buena noticia de que hay una curva en descenso en los casos de dengue, probablemente por muchas de las medidas de control que establecimos y la baja temperatura”, informó la secretaria de Salud, Andrea Uboldi. Sobre los más de 55 mil casos recordó que se trata de aquellos que se estudian a través de laboratorio y los que se confirman por criterio clínico-epidemiológico, que se suman del registro diario de guardias y en consultorio.

En este sentido, remarcó que desde el sistema de salud pública provincial “estamos haciendo un trabajo muy fuerte para recuperar esa información porque si se piensa a futuro la incorporación de la vacuna, tener datos de la cantidad de casos que hubo en cada uno de los departamentos de la provincia nos permite estratificar el riesgo”.
En relación a la distribución de los casos que se confirmaron en los 19 departamentos, el informe de esta semana da cuenta de la siguiente distribución: 45 % en el departamento Rosario; 9,5 % La Capital; 9 % Castellanos; 5 % en San Cristóbal y Las Colonias.

Los serotipos circulantes siguen siendo el DEN 1 y DEN 2 principalmente, mientras que solo se detectó un caso de DEN 3 desde el inicio del brote, en una persona con antecedentes de viaje a otra provincia.

Casos fatales

“En esta semana, de la revisión de casos se suman 10 personas fallecidas, con lo cual son 33 en total”, informó la secretaria. Y agregó que “todavía la letalidad, que es la relación entre los fallecidos y los casos confirmados, está dentro de los valores esperables y los dos grandes departamentos -La Capital y Rosario- concentran un mayor número porque son los más densamente poblados”.

Las 10 personas fallecidas que se confirman en esta semana tienen edades entre los 27 y los 78 años, y pertenecen a los siguientes departamentos: 5 al departamento Rosario, 3 de La Capital, 1 de San Javier y 1 de San Martín.

La mayoría de las 33 personas que fallecieron desde el inicio del año, presentaban comorbilidad o factores de riesgo, señaló Andrea Uboldi, para insistir que “más allá de que bajen los casos, de que estemos en un momento de cierta tranquilidad, recordamos la importancia de la consulta oportuna para definir si el cuadro se debe a dengue o a otra entidad, sobre todo para mayores de 70 años, las embarazadas y personas con comorbilidades”.

Se recaudaron más de 451 millones en la subasta de vehículos decomisados al delito 0 203

En el marco de la subasta de vehículos decomisados al delito, que llevó adelante la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad), se recaudaron $ 451.600.000 al venderse la totalidad de los lotes disponibles. El dinero obtenido será destinado a políticas sociales.
La actividad se llevó a cabo este jueves en el salón Metropolitano de la ciudad de Rosario, participaron más de 4.500 personas que vehículos, que tenían un precio base de entre un 40 % y un 60 % del valor de mercado. A los vehículos se les cambió el dominio para que no terminen asociados a las organizaciones criminales a las que les fueron quitados, para brindar seguridad a las personas que estén interesadas en adquirirlos.
Dentro de los lotes mejor con mayor rentabilidad se destaca el lote 5 comprado por 44 millones de pesos; el lote 10 por 44 millones de pesos; el lote 6 por 40 millones de pesos; el lote 40 por 33 millones de pesos; y el lote 2 por 31 millones de pesos.
El gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, destacó que “para nosotros es importante meter preso a quienes no nos dejan vivir tranquilos pero, además, que los bienes adquiridos productos de negocios ilícitos, el Estado los va a incautar y los va a rematar. Con el dinero recaudado vamos a resarcir a las víctimas y a donar a instituciones de bien público que nos permitan contener a los sectores más vulnerables de la sociedad”.

Un hombre demorado

Horas previas a llevarse a cabo la subasta, un hombre se acercó a las instalaciones del Salón Metropolitano con las llaves de una moto Honda CBR 600 y manifestó ser el exdueño de la misma. Ante la sospecha, personal policial secuestró la llave original del rodado y trasladó a la comisaría 9ª, en calidad de demorado, al presunto ex dueño del rodado.
Por su parte, desde la Fiscalía de Flagrancia confirmaron que se solicitó la verificación de la identificación y otras medidas para determinar su situación procesal.

 

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