Las tres denuncias fueron recibidas en la Comisaría 3ª de Totoras, y las víctimas fueron objeto de llamadas de índole similar: una voz masculina daba cuenta, en primer lugar, de que un familiar cercano había sufrido un accidente y se encontraba hospitalizado. Luego, quien realizaba el llamado manifestaba que en realidad era un secuestro, a la vez que se simulaba un pedido de auxilio llorando del supuesto cautivo, imitando la voz, para posteriormente exigir dinero por el rescate.
En el caso tomó intervención el Juzgado en lo Penal de Instrucción de Distrito Judicial Nro. 6, Cañada de Gómez.
Además, la policía alerta acerca del modus operandi de estos delincuentes:
SEPA COMO ACTUAR ANTE UN POSIBLE SECUESTRO VIRTUAL
Si bien ya han sido denunciados hechos similares en localidades vecinas, ésta es una modalidad novedosa para nuestra zona y para prevenirla hay que estar informado. Lea las recomendaciones que la U.R. X le ofrece para evitar ser víctima de un Secuestro Virtual.
El secuestro virtual es una modalidad delictiva relativamente nueva en la que uno o varios delincuentes pretenden obtener dinero a través de un llamado telefónico (en la mayoría de los casos a un número al azar) haciendo creer a sus víctimas que un familiar cercano ha sido “secuestrado” y exigiendo el pago para la supuesta liberación.
En caso de recibir la llamada, la técnica que utilizan los delincuentes es hacerle creer a quien atiende que llaman desde una empresa de emergencias médicas o desde el Hospital y manifiestan que un familiar cercano sufrió un accidente, que está herido e inconsciente. Con este relato buscan desesperar a la víctima que inmediatamente comienza a dar los nombres de los allegados que no se encuentran en la casa. Esta información proporcionada por la propia víctima será usada para sacar provecho. Por lo general llaman en horarios de la mañana y la tarde, que es cuando algún integrante siempre falta.
Luego de esta primer conversación el delincuente manifiesta que ese familiar supuestamente accidentado en realidad esta “secuestrado” y si quiere volver a verlo con vida debe pagar una suma de dinero, de la que acordarán una entrega en un lugar neutral. Otra posibilidad es que el delincuente exija la compra de tarjetas telefónicas de las que la víctima pasará el número de código para que puedan ser cargadas.
¿QUE HACER?
Muchas veces las llamadas de los supuestos “secuestradores” se realiza por el sistema de cobro revertido (el costo de la llamada corre por cuenta de quien la recibe) en este caso una operadora le informará a Ud. que se trata de una llamada bajo este sistema. Si Ud. no tiene ningún familiar que acostumbre a llamar bajo esta modalidad NO ACEPTE LA LLAMADA.
• No brinde datos o información a la persona que lo está llamando, de ningún tema y menos sobre familiares que estuvieran ausentes en ese momento (esta recomendación vale también para llamados de compañías de teléfonos, empresas prestadoras de servicios que efectúan encuestas telefónicas, o pretenden corroborar sus datos NO DE INFORMACION EN FORMA TELEFONICA.
• MANTENGA LA CALMA, corte la llamada: tenga presente que en caso de accidentes la Policía informa personalmente.
• TRATE DE UBICAR AL FAMILIAR SUPUESTAMENTE ACCIDENTADO O SECUESTRADO: Los delincuentes juegan con la desesperación de las víctimas que en muchos casos se anulan y no pueden razonar fríamente. Tome el teléfono y llame a su familia y amigos y asegúrese de que su familia está bien. La mayoría de los llamados son en horarios donde los mayores están trabajando y los menores están en el colegio.
• Comuníquese inmediatamente con la policía (911 – 101 o al teléfono fijo de la comisaría de su localidad) y de cuenta de los pormenores del hecho. El personal policial le ofrecerá asesoramiento y la contención adecuada.
