Priscila Costilla salvó a su papá, Claudio, quien mientras trabajaba con una amoladora que, en un descuido, se le escapó de la mano y le cortó nervios, tendones y una arteria.
La niña de 11 años, la mayor de tres hermanos –tiene uno de 8 y otro de 2 años-, escuchó el grito de su padre cuando estaba jugando con ellos. Acudió rápidamente y sostuvo al hombre con la ayuda del abuelo, aplicó presión con una toalla y luego realizó un torniquete aprendido en la escuela de cadetes de bomberos, lugar donde asiste cada viernes.
El accidentado, Claudio costilla, quien es portero de la Escuela secundaria Nuestra Señora de las Mercedez 8120, fue llevdo al sanatorio Los Alerces de Rosario, donde fue operado el último domingo, y esperaba el alta médica.
Fuente: Cadena Sudeste