Además de escritor, Escudé fue un politólogo el cual se desarrolló en la Universidad de Yale y fue asesor del ministro de Relaciones Exteriores de la década de los 90, Guido di Tella. Escudé también fue investigador en el Conicet, impartió clase en distintas universidades de la nación y era director del Centro de Estudios de Religión, Estado y Sociedad. Asimismo, estudió en las casas de estudios de Oxford y la UCA antes de hacer un doctorado en EEUU.
En ese orden de ideas, Escudé también se desenvolvió como maestro en las Universidades de Torcuato di Tella, Belgrano, Instituto Universitario Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) y el Instituto del Servicio Exterior de la Nación, además de otras distinciones que pueden ubicarse en internet gracias al plan triple play claro.
Tuvo una carrera prolífica como intelectual tras escribir más de 30 libros además de incontables publicaciones periodísticas y académicas en diferentes lenguas. Escudé fue un defensor de la teoría del realismo periférico tanto en su rol de asesor político como de académico. Dicha teoría es una escuela de pensamiento la cual sugiere que Estados no centrales, como Argentina, tienen que eludir confrontaciones con las potencias y no pagar así altos costos sociales y económicos.
Las populares “relaciones carnales” con EEUU implementadas por el entonces canciller Di Tella en la época del menemismo, encajaban en los planteamientos teóricos de Escudé, hecho por el que muchos le reconocieron su autoría intelectual.
Escudé recibió varias premiaciones a través de toda su carrera, donde resaltan su beca Guggenheim para su estudio sobre las relaciones entre Argentina y EEUU (1984), Orden Bernardo de O’Higgins gracias a su defensa de la paz entre Chile y Argentina (1986), Premio Bernardo Houssay del Conicet (1987), diploma Konex debido a su trabajo como politólogo (1996), entre otros.
Leal a su características polemista y confrontativa, Escudé había adoptado en los últimos años una posición en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner por la causa del Memorándum junto a Irán. “Es una canallada que se quiera meter presa a una expresidenta y a un excanciller por un acto de gobierno no justiciable. Fue un acto de gobierno estúpido… Pero eso no es un delito. Traición a la patria no hubo en esto. Si la hubo en alguna otra cosa, no sé”, afirmó en su momento.
Su esposa, Mónica La Madrid, murió el 30 de septiembre tras perder la batalla contra el covid-19 también. Nació en la localidad bonaerense de Dolores en 1949 y en 1977 se casó con Escudé. Fue una socióloga que egresó de la Universidad Católica de Argentina.
En la década de los 80, La Madrid fue asistente investigativa en el Roper Centre de Opinión Pública además de asesorar la Opinión Pública dentro de la Subsecretaría de Cultura de Argentina. Asimismo, fue fundadora y miembro de la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión (SAIMO).
En 1981 trabajó en el campo de la investigación de mercado en la IPSA de Argentina y 7 años más tarde alcanzó la gerencia de la División de Estudios ad hoc de dicha firma. Instaló su empresa propia en 1997, Markwald, La Madrid y Asociados en cooperación con Mónica Markwald, quien fue su colega en Nielsen e IPSA.
En abril del 2020, el Gobierno de la ciudad decretó la implementación de un polémico permiso obligatorio y específico de circulación para mayores de 70 años de edad. El objetivo era que dicho permiso pudiera disuadirlos de estar en la calle y así garantizarles las medidas de distanciamiento por posibles contagios. Esta medida se acoplaba con otra y formaba parte del Plan Integral de Cuidado y Acompañamiento de Adultos Mayores que realiza el Gobierno de la ciudad.
La normativa tenía como fin el resguardo de los mayores de 70 años, quienes son los más afectados por la pandemia del coronavirus, por lo que la medida fue criticada fuertemente por varios intelectuales que se encuentran en la franja etaria. Uno de ellos fue Escudé, quien cuestionó el hecho en sus redes sociales.
“Libertad, libertad, Constitución, Constitución, contra el régimen fascista de Larreta”, se grabó Escude desde la puerta de su casa junto a un cartel colgado en su pecho que decía la edad que tenía, es decir, 71 años.
La protesta de Escudé continuó en su cuenta oficial de Facebook: “Voy a protestar contra la abominación anticonstitucional del gobierno de Rodríguez Larreta. Es como cuando los judíos tenían que ingresar al gueto dentro de determinada hora. Con esta pancarta me voy a pasear por la ciudad en desafío a la resolución. Hay que salir al frente, animarse, desafiar, estar dispuesto a ir a la cárcel. Prefiero una muerte por coronavirus antes que una vida protegida por Larreta”.
