El incendio de un cuadrado de campo, al noreste de la zona urbana cañadense, provocó la pérdida del trigo allí sembrado, pero una parcela adyacente fue preservada de las llamas.
En la oportunidad, un piloto que volaba en el espacio aéreo de la ciudad pudo avisar de inmediato al percatarse que comenzaba el foco de fuego, permitiendo de esa manera la actuación del cuerpo de Bomberos Voluntarios que llegó al lugar a la vez productores que también prestaron ayuda en la circunstancia.
De esta manera se puso en práctica el convenio de cooperación firmado hace poco más de un mes entre el cuerpo de Bomberos y las autoridades del AeroClub. Una de las aristas de ese acuerdo tiene relación al incendio intencional de campos, tan habitual en nuestra región, y que suele producir grandes pérdidas materiales al productor, pero también provoca un gran desgaste a personal y equipos de los servicios de emergencia. El hecho de que ahora se vigile desde el aire pone una señal de alarma en los delincuentes que se dedican a quemar campos, y que en cualquier momento pueden verse grabados en un video que los incrimine.