Eduardo Sacheri es una de las excepciones que a veces se dan en el mundo de la literatura en la Argentina, ya que desde su oficio mismo es popular. Conocido por sus primeros cuentos sobre fútbol que fueron leídos en la radio por Alejandro Apo, su carrera fue creciendo con cada entrega de su obra. “Yo escribía cuentos, allá por mitad de la década de los 90, sin ninguna pretensión de hacer nada con ellos, como ser publicarlos. A la tercera vez que mi esposa, quien siempre me insistía sobre el tema, leyó uno que le pareció bueno y volvió a pedirme que hiciera algo con ellos, esa vez le hice caso: puse tres relatos en un sobre y lo llevé a los estudios de radio Continental, ue quedaba cerca de mi trabajo en la Facultad, y vi como el recepcionista lo ponía en el casillero donde figuraba cada programa, en el de “Todo con afecto”, de Apo, y me fui a mi casa. El fin de semana posterior, yo estaba escuchando el programa, presto a ir a jugar al fútbol como lo hacía cada sábado por la tarde, y escuché que Alejandro leía al aire, primero, la carta con la que le envié los cuentos, y después uno de ellos. Y así comenzó la historia”.
Sacheri es autor de numerosos cuentos, y ya lleva escritas varias novelas. La primera de ellas, La pregunta de sus ojos, fue llevada al cine por Juan José Campanella, con el título El secreto de sus ojos, y la película ganó numerosos premios, entre ellos el Oscar a mejor película de habla no inglesa, y además se convirtió en un fenómeno de público.
En la charla del viernes, Sacheri relató, desde chispazos de su historia personal y lo que de ella se ve en sus libros, hasta los temas que lo motivan a escribir, contestó numerosas preguntas de un público ávido, y entregó uno de los momentos altos de un ya excelente evento cultural.
En esta edición de la Feria del Libro, el escritor llegó a Cañada de Gómez con su último trabajo, Nosotros dos en la tormenta, una novela situada en 1975, el ya violento año anterior a la instauración de la dictadura, narrando la historia de personajes que se mueven en ese tiempo y en su pueblo, Castelar, desde dos guerrilleros, que a la vez son amigos entre sí, pero militan en distintas organizaciones, sus familias, y su entorno. Y también de caracteres que a sus víctimas de las acciones armadas de esa lucha.
La atracción que despertó la llegada de Sacheri a la ciudad hizo que numerosas personas se hicieran del libro y pugnaran por la firma de su autor y la foto correspondiente. Es una buena noticia que, semejante adhesión, lo sea por una buena causa, como en este caso lo es la de la difusión del arte y la buena lectura.
