Carlos del Frade presentó su enésimo libro, en el que como en todos, cuenta nuestra historia, de manera lúcida y coherente, desde la óptica de los de abajo.
Esta vez, y acorde con la fecha, pone el ojo sobre aquél golpe, pero no desde el punto de vista de lo obvio, como lo fue la intervención militar, sino sobre los poderes que estuvieron detrás, como lo habían estado antes, y como jamás terminaron de retirarse. Sectores, apellidos, linajes, todo ello se recicla y vuelve asomar.
Y con la historia de los militantes muertos de entonces, llega la comparación con nuestro presente: entre los oprimidos de ahora y los desaparecidos de antes, las similitudes están a la vista: los jóvenes, los humildes, fueron siempre los blancos preferidos del poder real.