Quienes conocían a la familia, afirman que el hombre atravesaba por una difícil situación económica, lo que habría motivado esa extrema decisión.
Los vecinos nada pudieron hacer, ya que cuando los familiares clamaron por ayuda, la construcció,n previamente rociada con combustible, estaba completamente en llamas.
Tras la destrucción de la propiedad y la muerte del propietario, su esposa quedó en situación de calle, junto a una hija de 15, otra de 10 y un nene de 2 años, además de un pequeño nieto de dos meses, todos ellos dentro de la vivienda cuando se declaró el incendio. Otro hijo, éste de 17 años, en el momento del siniestro estaba en el hospital, acompañando a su pareja que sufría un problema de salud.
Fuente y Foto: Contacto Radio