Una mujer mató a su pequeño hijo. Fue en la mañana de este jueves, y la joven, quien confesó el horrible crimen, dijo que lo hizo porque “lloraba y no tenía para darle de comer”.
Un episodio que causó alarma, pero no pasó a mayores, se produjo pasadas las 19 en una vivienda de Alvear al 300, en la que no había ningún ocupante. La propiedad posee un termotanque en malas condiciones, con pérdida de agua, lo que provocó una suerte de estampido y el apagón del aparato, que a su vez derivó en la salida de gas y el olor subsiguiente.
Una persona de la familia advirtió el ruido y llamó a Bomberos que llegaron con dos dotaciones, y que luego actuaron cerrando llaves de luz y gas y ventilando el lugar, hasta la reconexión del servicio.
Dos delincuentes ingresaron a una vivienda, que es habitada por una mujer de 73 años, a quien maniataron, y luego le robaron una suma no informada de dinero en moneda extranjera, sin ocasionarle lesiones físicas.
La víctima, en un lógico estado de conmoción, fue luego trasladada a un sanatorio cañadense para ser asistida.
