Era un final cantado, ya que el relato realizado por la mujer a una radio rosarina, y luego tomado por el diario La Capital, pecaba de inverosímil. En la oportunidad, se tituló como que “un abogado de Cañada de Gómez” había desaparecido en compañía de un cliente, de acuerdo a lo que había expresado la hija de la supuesta víctima, la que al día siguiente redobló la apuesta contando, por la misma emisora, que había dado con ambos “desaparecidos”, quienes habían sido víctimas de un asalto, y se encontraban internados con heridas en un sanatorio de Buenos Aires.
Semejante versión, que involucraba a gente de nuestra ciudad, fue muy fácil de desarticular: a los cinco minutos de conocerse el preocupante titular del diario, cualquier abogado local consultado daba cuenta de la inexistencia del tal Pablo Juárez.
Sin embargo, la justicia debió actuar de oficio, y la fiscal Benvenuto ordenó difundir fotos de las supuestas personas desaparecidas, a fin de establecer si en realidad había ocurrido un hecho que significaba un peligro para vida o seguridad de esas personas,
Finalmente, la funcionaria, tras una minuciosa tarea, pudo establecer quién fue la que inició el cuento, una mujer que reside en alguna localidad cercana a Cañada de Gómez, de la que no se dan precisiones.
Eso sí: desapariciones, asaltos y demás yerbas, junto a identidades expuestas, resultaron ser todas falsedades.
El hecho fue divulgado incluso en la prensa nacional, cada vez más alerta a los hechos policiales, que ahora ocupan primeras planas como nunca antes. Esos medios quedaron desairados por el desparpajo de la persona que inició esta novela, ayudada por la divulgación masiva que ofrecen las redes sociales, en las que hay quienes depositan más fe que en la Biblia.
Policiales
La farsa del abogado desaparecido
La denuncia radial hecha por una mujer, sobre la supuesta desaparición de su padre abogado junto a un cliente, a quienes después hizo “aparecer” internados en Buenos Aires, cobró dimensión pública por la difusión en medios importantes. Todo era mentira.